martes, 13 de julio de 2010

AMAR A UN SER HUMANO



Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar descubriendo lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas;
Es contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus hermosos anhelos;
Es comprender que detrás de su mascara y coraza,
se encuentra un corazón sensible y solitario,
ansioso de una mano amiga, sediento de una
sonrisa sincera en la que pueda
sentirse como en su casa;
Es reconocer, con respetuosa compasión, que la
desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas;
Es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías,
y en ocasiones se siente tan vacío y carente de
sentido, que no puede confiar ni en si mismo;
para poder desarrollar todo su potencial.
Es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una
expresión única e irrepetible de la vida.
Amar a un ser humano es ser suficientemente
humilde como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del que nada necesita;es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé
lo que no puede o no desea;
Es agradecerle a la Vida el prodigio de su existencia
y sentir en su presencia una auténtica bendición en tu sendero; es disfrutar de la experiencia sabiendo que cada día es una aventura incierta y el mañana, una incógnita perenne;
Es vivir cada instante como si fuese el último que
puedes compartir con el otro, de tal manera que cada
reencuentro sea tan intenso y tan profundo como si
fuese la primera vez que lo tomas de la mano,
haciendo que lo cotidiano sea siempre una
creación distinta y milagrosa.
Amar a un ser humano es también atreverte a establecer tus propios limites y mantenerlos
firmemente; es respetarte a ti mismo y no
permitir que el otro transgreda aquello que
consideras tus derechos personales;
Es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro,
que sin temor a que la relación se perjudique,
te sientas en libertad de expresar tu enojo sin
ofender al ser querido, y puedas manifestar
lo que te molesta e incomoda sin intentar
herirlo o lastimarlo.
Es reconocer, respetar sus limitaciones y verlo
con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos aceptando los desacuerdos, si llegase un día en el que evidentemente los caminos
divergieran sin remedio,
Amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía,
de tal manera que ambos se recuerden con gratitud
por los tesoros compartidos y vividos.
Amar a un ser humano es ir más allá de su identidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del Hombre, como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible de
la cual tu formas parte;
Es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza,
con toda su grandeza y limitaciones; apreciar tanto
las facetas luminosas y radiantes de la misma,
como sus lados obscuros y sombríos;
Amar a un ser humano, en realidad, es amar en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por lo tanto, es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una afinada nota en la sinfonía unica y especial de este mundo




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